Odontograma Colores: Guía Completa del Código de Colores Dental

Tabla de contenidos

Odontograma Colores: Guía Completa del Código de Colores Dental

Ismael Cerezo

Cuando abrí mi primera clínica dental, me di cuenta de lo esencial que es llevar un odontograma con colores correctamente. Un odontograma es el esquema gráfico de la dentadura de un paciente, donde se registran todas las piezas dentales y sus tratamientos o patologías. Pero más allá de dibujar dientes, los colores juegan un papel clave para entender de un vistazo el estado de cada diente. En primera persona, quiero compartir cómo uso el código de colores en el odontograma y por qué es tan importante en la práctica diaria. Además, te contaré cómo Cherry Health me ayudó a implementar un sistema de odontogramas eficiente al montar mi clínica, asegurando una gestión profesional desde el primer día. ¡Vamos a ello!

odontograma dental

¿Qué es un odontograma y para qué sirve?

Un odontograma (también llamado dentograma, carta dental o diagrama dentario) es una representación esquemática de la boca del paciente, incluyendo todos sus dientes permanentes y temporales. Cada diente aparece en el dibujo con su posición en la arcada, y sobre él el dentista anota símbolos y colores que indican su estado. Es, básicamente, la historia clínica dental dibujada: refleja tratamientos realizados, problemas existentes y plan de tratamiento.

En mi experiencia, el odontograma es como el mapa del tesoro de la salud bucal del paciente. Al revisar uno, puedo ver rápidamente: qué dientes tienen caries, cuáles ya tienen empastes o coronas, qué piezas faltan o fueron extraídas, e incluso el estado de las encías o tratamientos de conductos. Todo esto queda codificado mediante colores y símbolos para que cualquier odontólogo lo entienda de un vistazo. Imagínate un diagrama de la boca donde cada marca roja o azul cuenta la historia de un diente, facilitando la comunicación entre colegas.

¿Listo/a para abrir tu clínica?

Te acompañamos en cada paso.
Queremos conocer tu proyecto y ayudarte a hacerlo realidad.

Solicita tu asesoramiento GRATUITO Solicita tu asesoramiento GRATUITO

¿Para qué sirve exactamente? Principalmente para llevar un control exhaustivo del paciente. Los objetivos más importantes del odontograma incluyen conocer los trabajos hechos anteriormente en la boca, identificar al paciente de forma única y facilitar el intercambio de información entre dentistas. Por ejemplo, si un paciente acude a otro profesional, su odontograma actualizado permite entender al instante qué tratamientos tiene hechos y qué problemas están pendientes. También es invaluable para hacer seguimiento en el tiempo: puedo comparar odontogramas de distintas visitas y ver la evolución de cada diente (si una caries avanza, si un empaste se mantiene, etc.). De hecho, es tan completo que su uso trasciende la clínica: en odontología forense se usan los odontogramas para identificar personas mediante sus dientes, ya que los dientes resisten mucho tiempo tras el fallecimiento.

Por todo ello, es fundamental mantener el odontograma al día, actualizándolo en cada visita del paciente. En Cherry Health siempre insistimos en este punto al asesorar nuevas clínicas: un odontograma bien llevado es señal de calidad y profesionalidad. Lamentablemente, he visto colegas descuidarlo por falta de tiempo o sistemas poco prácticos, algo que desde Cherry abordamos dotando a la clínica de herramientas digitales y formación para que ningún diente quede sin registrar. Visualiza poder abrir el historial de tu paciente y tener un esquema codificado por colores que te dice inmediatamente qué piezas necesitan atención; eso es lo que buscamos con un buen odontograma a color.

¿Qué significan los colores en el odontograma?

La convención de colores en el odontograma permite indicar si un hallazgo está en buen estado o si requiere atención, entre otras cosas. Al principio, yo también me perdía con tantos colores, pero una vez los aprendes, no concibes trabajar sin este código. Usar distintos colores estandarizados hace que el odontograma sea un lenguaje universal entre odontólogos: con solo ver el color de una marca, sabemos si ese diente tiene un problema o un tratamiento existente.

Debes saber que existen guías internacionales que recomiendan el uso de determinados colores. Muchas clínicas (y facultades) siguen estas convenciones básicas: tradicionalmente solo se usaban rojo y azul para simplificar, pero con el tiempo se han incorporado más tonos para señalar detalles. A continuación, te detallo el significado de los colores más utilizados en un odontograma y cómo los empleo en mi práctica diaria.

Color rojo en el odontograma

El rojo es el color universal para resaltar problemas o tratamientos pendientes. Cuando veo rojo en un odontograma, sé que algo no está bien o está por hacerse. Es el color que utilizo para marcar caries activas (es decir, esas que aún no han sido tratadas) y también cualquier situación patológica. Por ejemplo, si un diente tiene una fractura, una infección o una necesidad de endodoncia, lo señalo en rojo.

Según la norma técnica que muchos seguimos, el rojo indica un hallazgo clínico en mal estado o una característica patológica. En otras palabras, representa lo que requiere atención o tratamiento. Piensa en el rojo como una alarma visual: destaca aquello que hay que arreglar. Si un paciente llega nuevo a mi consulta con un odontograma de otro centro y veo marcas rojas, sé de inmediato dónde enfocarme primero.

Algunos ejemplos de uso del rojo en el odontograma que realizo a diario:

  • Caries sin tratar: se dibuja el contorno de la lesión en rojo sobre la superficie del diente afectada. Así destaco que hay una caries presente que necesita tratamiento.

  • Diente a extraer por caries: marco una X en rojo sobre la pieza cuando está ausente por caries (o debe extraerse por destrucción). Esto indica que esa pérdida dental se debió a un problema como la caries avanzada, diferenciándolo de otras causas.

  • Restauración defectuosa o en mal estado: si un empaste o corona está filtrado o dañado, remarco su contorno en rojo, señalando que requiere ser reemplazado.

  • Tratamientos temporales/provisorios: en algunos sistemas, también se usa rojo para indicar que un tratamiento es temporal (por ejemplo, un empaste provisional). En mi caso prefiero el verde para temporales como explicaré luego, pero sé de colegas que utilizan rojo para cualquier cosa “no definitiva”.

Personalmente, prefiero no saturar de rojo el odontograma, solo usarlo para lo realmente prioritario. Esa filosofía la compartimos en Cherry Health: en las clínicas que montamos aconsejamos utilizar el rojo consistentemente para que al repasar la historia del paciente, salten a la vista las intervenciones pendientes. Recuerda: rojo = hay un problema que resolver. Si estás empezando a hacer odontogramas, te sugiero pensar en el rojo como el “¡Atención aquí!”.

Color azul en el odontograma

El azul es, podríamos decir, el opuesto complementario del rojo. Representa lo que está en buen estado o ya ha sido tratado correctamente. En mi odontograma, marco en azul todo aquello que el paciente ya tiene resuelto, es decir, tratamientos realizados con éxito o condiciones estables.

Por ejemplo, una obturación (empaste) bien hecha la dibujo en color azul sobre el diente correspondiente. Así indico que ese diente tuvo una caries pero ya fue tratada y se encuentra obturado. Coronas, puentes o implantes colocados también los señalo en azul, para dejar claro que son trabajos concluidos. Incluso anoto en azul dientes que han sido extraídos por motivos no patológicos —por ejemplo, la extracción de un tercer molar retenido por ortodoncia— colocando una X en azul sobre el diente ausente, significando que falta pero no debido a caries.

La lógica es: azul = “tranquilo, aquí todo está bien”. Las normativas coinciden en esto: el color azul indica un hallazgo o tratamiento en buen estado. Usándolo de forma consistente, logras que cualquiera que lea tu odontograma entienda qué piezas no requieren intervención inmediata.

En mi experiencia inicial, solía olvidarme de marcar en azul algunos trabajos hechos, y luego al revisar el odontograma me costaba saber si ese diente estaba sano de origen o tenía un empaste. Por eso ahora soy muy metódico: cada vez que termino un tratamiento, actualizo el odontograma con su color azul correspondiente. Además, durante las consultorías con Cherry Health, insistimos a los nuevos odontólogos en este hábito. He visto cómo en clínicas recién inauguradas, el equipo de Cherry provee plantillas y software donde por defecto se registra en azul todo tratamiento finalizado correctamente, evitando confusiones. Imagina abrir el expediente de un paciente y ver todas las restauraciones en azul: sabes que esas piezas están atendidas y puedes concentrarte en las rojas.

En resumen, el azul aporta tranquilidad y claridad en el mapa dental, indicando lo que está bajo control. Si combinas bien azul y rojo, tienes una primera capa de información potentísima: azul para lo ya hecho/bien, rojo para lo pendiente o mal. Pero no son los únicos colores disponibles, veamos los demás.

Color verde en el odontograma

El verde es otro color que verás en algunos odontogramas, aunque su significado puede variar según la institución o el profesional. En mi caso particular, utilizo el verde para marcar tratamientos temporales o provisionales. Por ejemplo, si dejo un empaste temporal (curación) en una muela para luego reemplazarlo por uno definitivo, lo indico en verde. De esta forma, al repasar la historia del paciente sé que eso es algo temporal que no debemos olvidar retirar o sustituir en la próxima cita. De hecho, en ciertos lineamientos académicos se sugiere justamente eso: registrar los tratamientos temporales en color verde.

Sin embargo, debo mencionarte que no todos usan el verde para lo mismo. Algunas universidades enseñan que el verde se use para destacar lesiones incipientes, como las manchas blancas de desmineralización (que son caries iniciales). Recuerdo en mis años de estudiante haber visto odontogramas donde un punto verde sobre un diente indicaba una mancha blanca activa en el esmalte, que aún no es caries cavitada pero requiere vigilancia. Esta convención varía, así que siempre es bueno confirmar la leyenda de colores que maneje cada clínica.

Otra aplicación que he visto del verde es para señalar ciertos tratamientos preventivos en curso, por ejemplo ferulizaciones o retenedores removibles en odontología (aunque esto es menos común).

Lo importante es que si decides usar el verde, definas claramente su propósito. En mi clínica, todo el equipo sabe: verde = “provisorio o en observación”. Y gracias al apoyo de Cherry Health, estandarizamos este criterio desde el inicio. Cuando Cherry montó nuestra clínica, ayudó a crear protocolos escritos donde cada color estaba definido; así, tanto yo como mis colegas higienistas y auxiliares hablamos el mismo idioma verde. Esto evita que alguien marque en azul algo temporal por error, por ejemplo.

En resumen, el verde añade una capa de información útil para destacar lo transitorio o incipiente. Úsalo de forma consistente y verás cómo el odontograma te recuerda qué no olvidar en la próxima cita (¡nadie quiere dejar un provisional olvidado por meses!).

Color amarillo en el odontograma

El amarillo es un color menos universal en odontogramas, pero algunas clínicas lo emplean para señalar aspectos preventivos o especiales. Yo personalmente utilizo el amarillo para anotar los selladores de fosas y fisuras colocados en molares sanos. ¿Por qué? Porque un sellador es una resina preventiva colocada sobre un diente sin caries, y marcarlo en azul podría confundirse con un empaste (que implicaría caries previa). Así que diferencio: empaste en diente con caries, en azul; sellador preventivo en diente sano, en amarillo. De esta forma sé que ese molar no tuvo caries, solo prevención. Esta práctica la aprendí de colegas y realmente facilita el seguimiento de programas preventivos, sobre todo en niños y adolescentes.

En otros entornos he visto que el amarillo también se utiliza para resaltar ciertas condiciones como prótesis removibles (por ejemplo, pintando en amarillo el dibujo de un aparato removible sobre los dientes correspondientes) o incluso para marcar piezas con tratamiento de conducto finalizado. No hay una regla estricta universal para el amarillo; más bien entra dentro de esos «algunos odontogramas tienen un código de colores extra» que mencionan en manuales. De hecho, fuentes de divulgación señalan que algunas instituciones suman verde, azul o amarillo para indicar trabajos sanos, además del clásico rojo.

Lo crucial, una vez más, es la consistencia. En la clínica que abrí con Cherry Health, decidimos usar amarillo solo para los selladores, y así se lo explicamos a todo el personal nuevo. Cherry nos asesoró para no complicar en exceso el código de colores: nos recomendaron añadir colores solo si aportan valor y se entienden fácil. Añadir por añadir puede generar caos. Siguiendo ese consejo, incorporamos el amarillo con una función clara y lo mantenemos en nuestras leyendas.

Si en tu caso consideras útil el amarillo, adelante, pero define qué significado tendrá. Muchos dentistas incluso prescinden de él para no liar a sus asistentes. En lo personal, me ha sido útil en prevención. Amarillo = “protección” podría ser un lema: lo uso donde realicé algo para proteger el diente (no para reparar). Así cualquiera leyendo mi odontograma sabrá que ese molar tiene un sellador y nunca tuvo caries.

¿Se usa el color negro en el odontograma?

Puede que hayas escuchado que algunos odontogramas utilizan color negro. En realidad, el negro suele ser el color base del diagrama (muchos formularios de odontograma vienen impresos en negro, mostrando los contornos de los dientes en líneas negras). Pero a la hora de marcar hallazgos, casi nunca se dibuja en negro porque no resaltaría. Aun así, hay clínicas que prefieren la simplicidad de usar solo bolígrafo negro y rojo, por ejemplo, en cuyo caso el negro podría equivaler a lo que otros harían en azul. Es decir, marcar en negro lo que está bien, y en rojo lo patológico. Esto no es muy habitual hoy en día, pero existe. Recuerdo un colega más veterano que anotaba los empastes en negro (con tinta negra) y las caries en rojo, cuando no tenía bolígrafo azul a mano.

También se menciona el negro en algunos textos porque algunas instituciones lo emplean en su propio código. Por ejemplo, he visto materiales donde para no mezclar tantos colores, se deja el diente saludable sin marca (o con contorno negro) y se usan colores solo para las cosas notables. Incluso, en ortodoncia a veces se dibujan las piezas ausentes rellenando de negro el círculo del diente perdido, pero son convenciones particulares.

En la práctica diaria moderna, yo no uso el negro para nada específico en el odontograma, más allá de lo impreso. Prefiero ceñirme al dúo rojo-azul y los adicionales verde/amarillo que mencioné. Así hay menos confusión. Cuando capacito a asistentes nuevos, siempre recalco: “No usamos negro para marcar, solo lápiz rojo, azul y eventualmente verde/amarillo”. Siguiendo esta línea, Cherry Health nos proporcionó desde el inicio un software de gestión clínica donde el odontograma digital ya viene configurado con rojo y azul por defecto (y opciones de más colores si queremos). Esto simplifica todo, porque el propio programa evita colores raros.

Entonces, respondiendo a la pregunta: el negro puede aparecer en algunos sistemas tradicionales, pero no es estándar para señalar condiciones. Si acaso, podría indicar materiales metálicos en dibujos (por ejemplo una amalgama antigua se dibuja sombreada en negro en ciertos manuales), pero incluso eso muchos lo hacemos con azul. Mi consejo: no te compliques con el negro a menos que tu institución lo pida. Mantén tu paleta de odontograma reducida y clara.

Importancia de un odontograma bien hecho (y cómo lograrlo)

Hacer un odontograma de colores no es solo un ejercicio estético; tiene impacto real en la calidad de la atención. Un odontograma bien llevado te permite brindar un mejor seguimiento, comunicarte con otros profesionales sin malentendidos y dejar constancia legal de los tratamientos. Te cuento por qué es tan importante y te doy consejos prácticos para lograrlo de forma efectiva:

  • Visión global del paciente: Con el odontograma a colores, en segundos obtengo una radiografía administrativa de la boca. Veo dónde hubo caries, qué se hizo, qué falta hacer. Esto me ayuda a priorizar tratamientos y explicarle al paciente su situación con un apoyo visual. Muchas veces, muestro el odontograma al paciente y le digo: «Mira, en rojo están tus caries activas, en azul lo que ya está arreglado». El paciente entiende mejor y se involucra en su cuidado.

  • Comunicación entre profesionales: Si el paciente cambia de dentista o es derivado a un especialista, el odontograma es nuestro idioma común. Pero esto solo funciona si está claro y actualizado. Por eso es vital completarlo en cada visita. He recibido referencias de pacientes con odontogramas a medio llenar y créeme, es un rompecabezas indescifrable. De hecho, estudios mencionan que muchos dentistas no los rellenan por completo, lo cual es un error que debemos evitar. En mi rol de asesor con Cherry Health, enfatizo este punto: una clínica puede tener el mejor equipamiento, pero si sus registros están incompletos, la calidad de atención sufre. Cherry nos ha aportado protocolos para que ningún paciente salga de la consulta sin su odontograma al día. Piensa que un odontograma descuidado es como un expediente médico con páginas en blanco: inaceptable en una clínica de excelencia.

  • Seguridad jurídica y profesional: El odontograma forma parte de la historia clínica, por lo que tiene validez legal. Ante cualquier reclamo o auditoría, un odontograma claro y bien codificado demuestra transparencia sobre lo que se diagnosticó y trató. Si marcas en rojo una caries y luego la dejas en azul cuando la tratas, estás dejando constancia del ciclo completo. Esto protege tanto al paciente como al profesional. Aquí Cherry Health también hace hincapié: al montar una clínica llave en mano, ellos se aseguran de que implementes historias clínicas completas y alineadas con normativas sanitarias. En mi caso, conté con su apoyo para digitalizar el proceso, de modo que cada entrada en el odontograma queda fechada y guardada, reforzando la seguridad de la información.

  • Mejora en la atención y recordatorios: Un beneficio práctico de usar colores es que funciona como recordatorio para el dentista. Si hoy registro algo en verde (por provisional), sé que debo agendar pronto su reemplazo. Si veo mucho rojo junto en un cuadrante, quizás priorice resolver todo eso en una sesión larga. Incluso para el paciente, venir a controles y ver cada vez más azul y menos rojo en su odontograma puede ser motivador: significa que estamos avanzando. Es una manera visual de medir el progreso en su salud bucodental.

Ahora bien, ¿cómo lograr un odontograma efectivo? Aquí van algunos consejos prácticos que me han servido:

  1. Establece una leyenda de colores clara: Desde el día uno en tu clínica, define qué color usas para cada cosa y asegúrate de que todo el personal lo sepa. Puedes pegar un pequeño diagrama de referencia en la sala de odontogramas. Por ejemplo: rojo = caries/problema, azul = obturación/listo, verde = temporal, amarillo = sellador. En Cherry Health nos asesoraron hacer esto incluso antes de abrir puertas: tener protocolos escritos. No des nada por entendido; documenta tu código de colores.

  2. Sé consistente y enseña con el ejemplo: Siempre que marques algo, usa el color correcto. Si un día, por prisa, marcas una caries en azul por error, romperás la confianza en tu código. Yo suelo revisar rápidamente el odontograma al final de la consulta para ver si algo quedó mal anotado. Y cuando llega personal nuevo (por ejemplo, un odontólogo junior o una higienista), me tomo el tiempo de explicarle el sistema de colores y revisar juntos algunos casos. La consistencia hace al maestro.

  3. Actualiza en tiempo real: No dejes la actualización del odontograma «para después». Lo ideal es rellenarlo durante o inmediatamente después de la exploración. Si usas papel, ten tus lápices de colores a mano en el gabinete. Si usas sistema informático, ábrelo durante la consulta. Gracias al software que implementamos (con ayuda de Cherry), puedo ir clicando en dientes y asignando colores en el odontograma digital en vivo. Esto reduce olvidos. Cuando trabajaba solo en papel, tenía la costumbre de, tras finalizar el tratamiento del día, sentarme 5 minutos con el historial y colorear lo hecho y lo diagnosticado.

  4. Aprovecha la tecnología (odontograma digital): Hoy en día, la mayoría de softwares de gestión dental incluyen un módulo de odontograma digital. Esto es una maravilla porque ya vienen con los colores estándar incorporados y figuras para cada procedimiento. Por ejemplo, seleccionas «caries» y el software te pone esa zona en rojo automáticamente; seleccionas «empaste» y marca en azul. Además, puedes guardar cambios, deshacer, imprimir para el paciente, etc. En mi clínica, implementamos un odontograma digital en la nube con la asesoría de Cherry Health, y nos ha facilitado muchísimo la vida. Si estás empezando, plantéate seriamente usar una solución digital en vez de llevarlo en papel. No solo es más limpio visualmente, sino que permite acceder al odontograma desde cualquier dispositivo y guarda un historial de modificaciones. La inversión vale la pena por la eficiencia que ganas. Cherry Health suele recomendar softwares comprobados cuando entrega una clínica llave en mano, para que incluso dentistas jóvenes puedan subirse al tren digital desde el inicio.

  5. Revisa periódicamente la calidad del registro: Cada cierto tiempo, dale un vistazo crítico a tus odontogramas. ¿Estás usando bien los colores? ¿Se te escapa algo sin anotar? Yo hago auditorías internas mensuales: tomo aleatoriamente 5 historiales de pacientes y verifico que el odontograma concuerde con las notas clínicas. Esto me ha servido para detectar, por ejemplo, que olvidé marcar un sellador en un niño (lo corregí después). Este hábito de calidad lo adquirí después de abrir mi segunda clínica con Cherry; ellos me inculcaron la importancia de estos chequeos para mantener estándares altos. ¡Y vaya si funciona! Mis pacientes tienen historiales impecables gracias a esa disciplina.

En conclusión, un odontograma bien hecho y codificado por colores es sinónimo de profesionalismo en odontología. No solo te ayuda a ti como dentista, sino que brinda confianza al paciente y crea un registro valioso para cualquier colega que continúe el tratamiento. Si todavía no le has dado la suficiente importancia, nunca es tarde: establece tu código de colores y aplica estos consejos. Verás cómo tu gestión clínica mejora notablemente. Y si necesitas apoyo para implementar buenas prácticas como esta, Cherry Health está ahí para guiarte con su experiencia en montar clínicas optimizadas, donde la documentación clínica es prioridad desde el primer día.

odontograma digital

Preguntas frecuentes sobre el odontograma y sus colores

¿Qué es un odontograma dental y para qué se utiliza?

El odontograma dental es un diagrama de la boca del paciente donde se representan todos sus dientes y se anotan hallazgos clínicos (caries, empastes, extracciones, etc.) mediante símbolos y colores. Sirve para registrar de forma gráfica la historia odontológica del paciente, facilitando el seguimiento de tratamientos y la comunicación entre profesionales. Es una herramienta fundamental en la clínica: equivale al historial médico, mostrando qué se hizo y qué falta por hacer en la boca. También se utiliza con fines de identificación y documentación médica.

¿Qué significan los colores rojo y azul en un odontograma?

El rojo y el azul son los dos colores base más importantes en el código de colores odontológico. En general, el rojo indica problemas o tratamientos pendientes, como caries activas, piezas con infección, trabajos en mal estado o extracciones necesarias. Es el color de «alerta» que resalta lo que requiere atención. Por su parte, el azul representa los tratamientos ya realizados con éxito o hallazgos en buen estado. Por ejemplo, un empaste, corona o diente ausente (extraído) por razón no patológica se marca en azul para señalar que está resuelto y estable. Así, rojo = algo anda mal/necesita tratamiento, y azul = todo bajo control en ese diente.

¿Qué otros colores se pueden usar en el odontograma (verde, amarillo, negro)?

Además de rojo y azul, algunas clínicas incorporan verde, amarillo e incluso negro para mayor detalle. El verde suele emplearse para tratamientos temporales o lesiones incipientes. Por ejemplo, muchos dentistas marcan en verde los empastes provisionales o una mancha blanca de caries inicial, indicando que son situaciones a observar o finalizar. El amarillo se usa en ciertos casos para procedimientos preventivos: un uso común es señalar los selladores de fosas y fisuras en dientes sanos, distinguiéndolos de empastes. También podría utilizarse para aparatos removibles u otros detalles según la preferencia del profesional. En cuanto al negro, no es habitual para marcar hallazgos (porque no destaca), pero hay quien lo utiliza si decide trabajar solo con boli negro y rojo, marcando en negro lo que otros marcarían en azul. En general, cada clínica define su leyenda: si usan verde o amarillo, deben especificar claramente su significado para evitar confusiones. Lo importante es ser consistente con la elección.

¿Cómo se marca un diente que falta o ha sido extraído en el odontograma?

Cuando falta una pieza dental, se suele indicar con una «X» o una línea sobre el diente en el diagrama. El color de esa marca X depende de la causa de la ausencia: si el diente fue extraído por caries u otra patología, se marca con X roja, para reflejar que se perdió por un problema (por ejemplo, caries extensa o fractura irreparable). Si el diente está ausente por otra razón no patológica (como una exodoncia por ortodoncia, o agenesia que es que nunca existió), se marca con X azul. De esta forma, el odontograma cuenta si la pérdida dental fue por enfermedad o no. Este código de X roja/azul es muy utilizado para dar contexto a las ausencias. Adicionalmente, si un diente está indicado para extracción en el plan de tratamiento (pero aún presente en boca), muchos lo señalan rodeándolo en rojo o con una flecha roja, hasta que se concrete la extracción y entonces pasan a dibujar la X. En cualquier caso, es fundamental anotar las piezas ausentes porque afecta a la planificación (por ejemplo, para considerar implantes o puentes en esos espacios).

¿Existen herramientas digitales para hacer el odontograma a colores?

¡Sí, y muy recomendables! Hoy en día casi todos los software de gestión dental incluyen un módulo de odontograma digital interactivo. Estas herramientas permiten marcar cada diente con los colores y símbolos apropiados simplemente seleccionando la condición (caries, obturación, corona, etc.) desde un menú. El sistema colorea y anota automáticamente según el código elegido, estandarizando el proceso. Las ventajas del odontograma digital son muchas: es más limpio y claro visualmente, puedes actualizarlo en tiempo real, se evita perder información por manchas o tachones, y generalmente queda almacenado en la nube para acceder desde cualquier lugar. En mi clínica implementamos un software así con la ayuda de Cherry Health, lo que nos facilitó unificar criterios desde el principio. Incluso hay programas que permiten imprimir o compartir el odontograma con el paciente, lo cual educa y fideliza. Si gestionas una clínica moderna (o abres una nueva con apoyo de empresas como Cherry), apostar por el odontograma digital es un acierto: ahorra tiempo, reduce errores de registro y asegura que siempre tengas los datos respaldados. En pleno 2025, llevar el odontograma con lápices de colores en papel empieza a quedar atrás frente a estas soluciones digitales integrales.

El odontograma codificado por colores es una herramienta poderosa en odontología. Dominar su uso mejora la calidad de la atención y la eficiencia en la clínica. Desde mi experiencia personal (y con el apoyo de expertos como Cherry Health en la puesta en marcha de clínicas), te animo a incorporar un buen sistema de odontograma en tu práctica. Ya sea en papel o digital, con dos colores básicos o con una paleta ampliada, lo clave es que sea claro, consistente y esté siempre actualizado. Tu yo del futuro (y tus pacientes) te lo agradecerán cada vez que consultes ese mapa dental multicolor y comprensible que habrás creado. ¡Manos a la obra con esos colores!

¡Obtén tu cronograma detallado!

No compartiremos tu información. Solo la usaremos para enviarte el cronograma y contenido relacionado.

¿Quieres abrir tu clínica?