¿Qué hace un odontólogo? Esta es una pregunta que muchos pacientes y conocidos me hacen a diario. Como dentista con años de experiencia, he comprobado que mucha gente cree que nuestra labor se limita a “sacar muelas” o “limpiar dientes”. Pero la realidad es que un odontólogo hace mucho más que eso en su día a día, siendo pieza clave para mantener tu salud bucodental.
En este artículo te contaré en primera persona qué hace un odontólogo, cuáles son mis responsabilidades diarias y cómo te ayudamos a cuidar tu salud bucodental. Veremos las distintas funciones de esta profesión: desde la prevención y el diagnóstico hasta los tratamientos más avanzados. También te aclararé cuándo es recomendable acudir al dentista, cómo enfrentar el miedo si lo tienes, y responderé a las dudas más frecuentes. Mi objetivo es que, al terminar de leer, comprendas a fondo el rol del dentista en tu bienestar y te sientas más confiado al visitar la clínica. En Cherry Health me enfrento a estos desafíos día a día, y a lo largo del texto compartiré cómo nuestro equipo los aborda para cuidar de tu sonrisa de forma cercana y profesional.
¿Qué hace un odontólogo?
Un odontólogo (o dentista, término coloquial) es el profesional de la salud especializado en el cuidado integral de la boca y los dientes. Mi trabajo diario se centra en prevenir, diagnosticar y tratar las enfermedades bucodentales de mis pacientes, abarcando todo: dientes, encías y el resto del sistema oral. Es decir, no solo me dedico a arreglar caries o a extraer muelas problemáticas; también oriento a las personas sobre cómo mantener una buena higiene oral, realizo chequeos de rutina para detectar problemas a tiempo y coordino tratamientos especializados cuando es necesario.
En la consulta suelo trabajar con un equipo de apoyo (higienistas dentales, auxiliares), pero la responsabilidad principal recae en mí como odontólogo: liderar el diagnóstico de cada caso y planificar la solución adecuada. En resumen, mi misión es velar por tu salud bucal de forma integral: desde enseñarte a prevenir una caries hasta colocarte un implante dental si lo necesitas, pasando por todas las funciones intermedias que veremos a continuación. En Cherry Health siempre recordamos que nuestro trabajo no es solo “arreglar dientes”, sino acompañarte en todo el proceso de cuidado de tu salud bucal, creando una relación de confianza a largo plazo.
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Funciones principales del dentista
La odontología abarca múltiples facetas. A continuación, te cuento las principales funciones que desempeño como dentista en cada área clave de mi trabajo diario:
Prevención y promoción de la salud bucal
La prevención es el pilar fundamental de la odontología. Gran parte de mi labor consiste en evitar que aparezcan problemas dentales o detectarlos muy temprano. Por un lado, realizo revisiones periódicas (lo ideal es cada seis meses) donde examino minuciosamente dientes, encías y toda la boca en busca de señales incipientes de caries, problemas de encías u otras alteraciones. Si sospecho de algo no visible a simple vista, utilizo herramientas de diagnóstico como radiografías dentales para asegurar un diagnóstico precoz y no pasar nada por alto.
Otra faceta preventiva es la educación en higiene oral: enseño a mis pacientes técnicas de cepillado correctas, la importancia de usar hilo dental, y doy consejos sobre alimentación (por ejemplo, reducir el exceso de azúcar que favorece las caries). Siento que he cumplido mi función cuando un paciente sale de la consulta motivado a mejorar sus hábitos de higiene bucal y regresa periódicamente antes de que surja un problema mayor. En Cherry Health fomentamos mucho esta cultura preventiva: nuestro equipo se esfuerza en que cada persona entienda cómo cuidar sus dientes en casa y acuda a sus controles regulares sin miedo ni complicaciones, porque sabemos que el mejor tratamiento es el que evita la enfermedad.

Diagnóstico y detección de problemas bucales
Otra función esencial del odontólogo es identificar correctamente cualquier afección que ya esté presente. Cuando un paciente llega con alguna molestia o nota un cambio inusual en su boca, lo primero que hago es recopilar información: reviso su historial médico y dental, pregunto por los síntomas (por ejemplo: “¿desde cuándo te duele este diente y en qué circunstancias?”) y luego realizo una exploración clínica muy detallada de toda la cavidad oral (dientes uno por uno, encías, lengua, paladar, etc.).
Si sospecho de algún problema, solicito pruebas diagnósticas adicionales: puede ser una radiografía intraoral de la zona, una ortopantomografía (radiografía panorámica) o incluso pruebas de vitalidad pulpar para evaluar si un diente necesita endodoncia. Gracias a estas herramientas puedo detectar caries ocultas, infecciones en la raíz, quistes, signos tempranos de enfermedad periodontal (enfermedad de las encías) e incluso lesiones sospechosas que podrían indicar algo más serio como un cáncer oral. Mi responsabilidad no termina ahí: debo explicarle al paciente de forma clara lo que ocurre. Por eso, una vez tengo un diagnóstico, siempre le muestro al paciente sus radiografías o fotos y le explico con sinceridad cuál es la situación —ya sea una caries simple, una gingivitis o un problema complejo— y cuáles son las opciones de tratamiento.
En mi experiencia con Cherry Health he aprendido que la comunicación en esta etapa es vital: nos tomamos el tiempo de explicarte qué encontramos y aclarar todas tus dudas, de manera que te sientas tranquilo y partícipe del plan para solucionarlo. Esta transparencia y empatía ayudan enormemente a reducir la ansiedad del paciente ante un diagnóstico.

Tratamientos y soluciones dentales
Una vez detectado un problema, llega el momento de actuar para solucionarlo. La faceta terapéutica es probablemente la más conocida de nuestra profesión: es cuando nos toca “arreglar” los problemas dentales. Aquí entran muchísimos tratamientos odontológicos distintos según lo que cada paciente necesite. Por ejemplo, en el día a día realizo:
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Empastes (obturaciones) para tratar las caries: si encuentro una caries, elimino la parte dañada del diente con el instrumental rotatorio (la “fresa”) y luego relleno la cavidad con un material especial (resina del color del diente). De esta forma restauro su forma y función. Este es uno de los tratamientos más habituales y evita que una caries pequeña avance a algo más serio.
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Limpiezas dentales (profilaxis): cuando veo acumulación de placa bacteriana y sarro, el tratamiento indicado es una limpieza profesional. Uso un aparato de ultrasonidos para eliminar el sarro adherido a dientes y encías, y luego pulo las superficies para retrasar la nueva acumulación. Esto trata y previene problemas de encías como la gingivitis, dejando la boca más sana y fresca.
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Endodoncias (tratamientos de conducto): si la caries ha llegado al nervio del diente o hay una infección en la pulpa, debo matar el nervio para salvar esa pieza. La endodoncia consiste en retirar el tejido pulpar infectado del interior del diente, desinfectar bien el conducto radicular y sellarlo con un material biocompatible. Así logramos aliviar el dolor, eliminar la infección y conservar el diente aun sin su nervio, evitando tener que extraerlo.
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Extracciones dentales: en casos donde un diente está muy destruido o comprometido (por caries extensa, fractura o enfermedad periodontal severa) y ya no se puede salvar, procedo a extraerlo. También realizo extracciones de muelas del juicio cuando salen en mala posición o causan problemas. Siempre lo hago con anestesia local para que sea indoloro, y luego doy al paciente todas las indicaciones para una buena cicatrización (medicación, higiene, dieta blanda, etc.).
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Rehabilitación protésica: si el paciente ha perdido uno o varios dientes, parte de mi función es devolverle la funcionalidad y la estética mediante prótesis dentales. Según el caso, puedo colocar un implante dental (un tornillo de titanio que se inserta en el hueso y luego soporta una corona artificial) para reemplazar la pieza perdida, hacer un puente fijo apoyado en los dientes vecinos, o indicar una dentadura postiza removible. El objetivo es que el paciente vuelva a masticar cómodamente y a sonreír con confianza. Estos tratamientos requieren planificación personalizada, para lo cual tomo impresiones, radiografías y planifico cada detalle antes de la colocación.
Como dentista, siempre personalizo la solución según el caso de cada paciente, explicando los pros y contras de cada tratamiento para decidir juntos la mejor opción. Aquí la experiencia y los recursos son clave: en Cherry Health contamos con tecnología moderna y materiales de alta calidad, de modo que desde el empaste más sencillo hasta el implante más complejo se realizan con máxima precisión. Además, reunimos todas estas soluciones bajo el mismo techo, con un equipo de especialistas apoyándonos; así el paciente puede recibir un tratamiento integral y fiable sin tener que desplazarse a otros centros. Nuestro objetivo es lograr resultados duraderos y que salgas de cada procedimiento satisfecho, habiendo tenido una experiencia cómoda y profesional.

Ortodoncia y corrección de la alineación dental
Lograr una sonrisa bien alineada y una mordida funcional también forma parte de la salud bucal. La ortodoncia es la rama de la odontología que se encarga de corregir la posición de los dientes y la mordida mediante aparatos. Muchos pacientes, más allá de la estética, necesitan ortodoncia para resolver apiñamientos dentales o maloclusiones que podrían provocar desgaste dental o dolores en la mandíbula a largo plazo.
Como odontólogo general, identifico cuándo un paciente podría beneficiarse de un tratamiento de ortodoncia y lo derivo al especialista adecuado (el ortodoncista). Trabajo de la mano con el ortodoncista para planificar el tratamiento más conveniente en cada caso. Hoy en día existen técnicas ortodóncicas para todos los gustos y edades: desde los brackets metálicos tradicionales o de zafiro, hasta los alineadores transparentes como Invisalign que resultan casi invisibles a la vista y muy cómodos porque son removibles.
En Cherry Health, por ejemplo, contamos con ortodoncistas expertos que colaboran con nosotros. Gracias a tecnologías modernas (como simulaciones digitales en 3D), podemos planificar la ortodoncia de forma precisa y hasta mostrarte una idea de cómo quedará tu sonrisa al final del tratamiento. De esta manera, te aseguramos un proceso eficiente y resultados excelentes, siempre supervisados por profesionales con experiencia.
Odontología estética y rehabilitadora
La sonrisa es una carta de presentación, y ayudar a mis pacientes a sentirse orgullosos de la suya es algo que tomo muy en serio. La odontología estética se dedica a mejorar la apariencia de los dientes y la sonrisa. Además de resolver problemas de salud, los dentistas también realizamos procedimientos estéticos cuando el paciente lo desea o lo necesita, siempre cuidando que la salud bucal no se vea comprometida. Algunos tratamientos estéticos comunes son:
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Blanqueamiento dental: para eliminar manchas y aclarar varios tonos el color de los dientes, devolviéndoles brillo y blancura. Es un procedimiento no invasivo muy demandado por quienes quieren rejuvenecer su sonrisa.
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Carillas dentales: son láminas delgadas de porcelana o resina que se adhieren a la cara frontal de los dientes. Sirven para corregir defectos de forma, tamaño o color (dientes muy separados, rotos, amarillentos, etc.), logrando dientes perfectos de manera rápida. El resultado bien hecho es muy natural.
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Diseño de sonrisa: consiste en planificar de manera integral los cambios estéticos necesarios para lograr la sonrisa ideal de un paciente, combinando varias técnicas si hace falta (carillas, contorneado de encías, blanqueamiento, ortodoncia breve para pequeñas correcciones, etc.). Siempre se hace de forma personalizada, teniendo en cuenta el rostro y los gustos de la persona.
Estos procedimientos, además de embellecer la sonrisa, aumentan la autoestima y confianza del paciente. Como profesional, siempre los realizo con un enfoque conservador, priorizando la salud del diente por encima de la cosmética: por ejemplo, preparando lo mínimo posible la estructura dental y usando materiales de calidad que imitan al diente natural.
En Cherry Health tenemos amplia experiencia en estética dental. Sabemos que cada sonrisa es única, por eso planificamos cada tratamiento estético a medida, buscando un resultado armónico y natural que potencie la belleza del paciente sin excesos. Nuestro equipo de especialistas en estética trabaja con herramientas digitales (como fotografías de estudio y modelos digitales) para previsualizar cambios y asegurar que el resultado final cumpla las expectativas. El paciente participa en todo momento en las decisiones, porque lo más importante es que se sienta cómodo y feliz con su nueva sonrisa.
Otras especialidades y trabajo en equipo
Como ves, la odontología general cubre muchas áreas, pero no lo hace todo de manera aislada. Existen especialidades odontológicas para problemas específicos: endodoncistas (especialistas en tratamientos de conducto), periodoncistas (especialistas en encías), prostodoncistas (expertos en prótesis dentales), implantólogos, odontopediatras (dentistas infantiles), entre otros. Afortunadamente, hoy trabajamos de forma multidisciplinar. Esto significa que tu dentista general colabora con los especialistas indicados cuando tu caso lo requiere.
Por ejemplo, si en una revisión detecto una encía muy inflamada y complicada, probablemente consultaré con el periodoncista de mi equipo para que aplique un tratamiento específico de encías. O si necesitas una extracción complicada, contamos con un cirujano oral que la realizará de forma óptima. La clave está en el trabajo en equipo: en Cherry Health, por ejemplo, tenemos bajo el mismo techo a todos estos profesionales coordinados. Así, podemos abordar cualquier problema bucodental de manera integral. Tu odontólogo de confianza seguirá tu caso de principio a fin, apoyándose en sus colegas especialistas, pero tú sentirás que todo el proceso es fluido y centralizado en un mismo lugar de confianza. Este modelo de trabajo 360º nos permite dar soluciones rápidas, eficaces y cómodas para el paciente, sin que tengas que buscar ayuda externa por tu cuenta.
¿Cuándo es recomendable acudir al odontólogo?
Una duda frecuente de la gente es cada cuánto ir al dentista o en qué momentos acudir. La respuesta corta: al menos una vez cada seis meses deberías hacerte una revisión y limpieza preventiva. No debemos esperar a que algo duela para visitar al dentista. Incluso si te sientes bien, visitar la clínica dos veces al año ayuda a prevenir problemas y a detectarlos a tiempo, antes de que se agraven. Si tu boca está muy sana, tu dentista podría indicarte que basta con una vez al año; pero en general, dos visitas anuales son lo ideal para la mayoría.
También es importante acudir ante cualquier síntoma o cambio inusual: si notas dolor de muelas, sensibilidad al frío o calor en un diente, sangrado de encías al cepillarte, llagas que no curan, mal aliento persistente, movilidad en un diente o cualquier molestia bucal, no esperes a que “se pase solo”. Muchas veces esas molestias iniciales son avisos de caries, infecciones u otros problemas que, cogidos a tiempo, tienen soluciones más sencillas.
En el caso de los niños, se recomienda llevarlos al odontopediatra alrededor del primer año de vida, o cuando salga su primer diente de leche (lo que ocurra primero). Aunque parezca muy temprano, esa primera visita sirve para revisar que todo esté bien en la boca del bebé, asesorar a los padres en limpieza bucal infantil y –muy importante– para que el niño se familiarice con el entorno del dentista desde pequeñito, evitando que desarrolle miedo en el futuro.
Asimismo, hay momentos puntuales en la vida en que conviene una visita: por ejemplo, si vas a iniciar un tratamiento médico prolongado (como quimioterapia, o medicación para la osteoporosis) es bueno hacerse una revisión dental previa; o si estás embarazada, conviene una evaluación de encías ya que en el embarazo pueden inflamarse más. Son detalles que un dentista puede ayudarte a manejar.
En Cherry Health aconsejamos a todos nuestros pacientes agendar sus citas de control dos veces al año como parte de su rutina de salud, aunque no sientan molestias. Nosotros nos encargamos de enviar recordatorios y de llevar un seguimiento personalizado. Así nos anticipamos a los problemas y logramos mantener tu sonrisa en óptimas condiciones. Si surge cualquier inconveniente entre medias, siempre tendrás la puerta abierta para una consulta extraordinaria; preferimos atender una molestia a tiempo que recibirte con una emergencia avanzada.
Preguntas frecuentes sobre los odontólogos
¿Odontólogo y dentista son lo mismo?
Sí. En España (y muchos países) usamos “odontólogo” y “dentista” indistintamente para referirnos al profesional de salud dental titulado. No existe una diferencia en cuanto a sus funciones o formación: ambos términos se refieren a la misma profesión. Por tradición, “dentista” es la palabra más común en la calle, mientras que “odontólogo” es un término más técnico o académico (proviene de odontología, la rama de la medicina que estudia los dientes). Pero a efectos prácticos, cuando vas a la consulta, da igual decir “mi dentista” o “mi odontólogo”, hablarás del mismo profesional encargado de cuidar tu salud bucal.
¿Cada cuánto tiempo debo ir al dentista?
Lo recomendable es acudir al dentista cada 6 meses aproximadamente. Dos visitas al año permiten realizar limpiezas y chequeos regulares para mantener a raya las caries y otros problemas. Si tu boca está muy sana y el dentista lo considera, podrías espaciar las visitas a una vez al año, pero en general la pauta semestral es la óptima para la mayoría de personas. Y recuerda: si en cualquier momento notas dolor, inflamación u otro síntoma entre esas visitas periódicas, no esperes a tu revisión rutinaria – pide una cita lo antes posible. Más vale prevenir y tratar a tiempo que lamentar después.
¿A qué edad se debe llevar por primera vez a un niño al odontólogo?
Lo aconsejado es que los niños tengan su primera visita al dentista alrededor del primer año de vida o al salir su primer diente de leche (lo que ocurra primero). Aunque parezca muy pronto, llevar a tu bebé al odontopediatra tan temprano tiene varios beneficios: el dentista revisará que la erupción de los dientes de leche vaya normal, te enseñará cómo limpiar las encías y dientes del pequeño correctamente, y además el niño empezará a familiarizarse con el entorno de la clínica dental. Con visitas cortas y amenas desde bebé, conseguimos que el niño crezca viendo al dentista como algo normal, evitando fobias. Después de esa primera cita, tu odontopediatra te indicará la frecuencia de controles pediátricos (suele ser cada seis meses o cada año, según el caso). Y por supuesto, ante cualquier golpe en la boca, caries en un diente de leche, o dolor que manifieste el niño, hay que llevarlo de inmediato sin importar la edad.
¿Qué hago si tengo miedo de ir al dentista?
El miedo al dentista es más común de lo que crees, ¡no eres el único! Lo importante es saber que hoy en día ese temor se puede manejar para que no te impida cuidar tu salud bucal. Aquí van algunos consejos prácticos:
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Comunícalo abiertamente: cuando pidas tu cita, dile al personal que tienes ansiedad o miedo, y recuérdaselo al dentista al llegar. Un buen profesional lo entenderá y tomará medidas para hacerte sentir cómodo.
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Busca una clínica de confianza: es fundamental que acudas a un dentista que te transmita tranquilidad. Pide recomendaciones de amigos o familiares. En Cherry Health, por ejemplo, estamos muy acostumbrados a tratar pacientes nerviosos; nuestro equipo tiene un trato cercano y paciente, explicamos cada paso para que no haya sorpresas y adaptamos el ritmo de la consulta según tu comodidad.
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Técnicas de relajación: puedes probar ejercicios de respiración profunda antes y durante la cita. Algunos pacientes encuentran útil llevar audífonos con música relajante durante el tratamiento para aislarse del sonido de los instrumentos.
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Sedación consciente si es necesaria: hoy existen métodos de sedación leve que ayudan a los pacientes muy aprensivos. Consiste en administrar un sedante suave (por vía oral o inhalada, como el óxido nitroso) que te relaja profundamente pero sin dormirte por completo, de modo que colaboras con el dentista pero sin sentir prácticamente ansiedad. No todas las clínicas lo ofrecen, pero en Cherry Health disponemos de estas técnicas de sedación y anestesia avanzada, siempre supervisadas por personal médico, para que tu experiencia sea lo más cómoda posible si tu caso lo requiere.
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Empieza por algo sencillo: si hace mucho que no vas al dentista por temor, agenda primero una consulta de revisión, sin ningún tratamiento invasivo ese día. Será una primera toma de contacto donde solo evaluaremos tu estado, conversaremos y planificaremos. Verás que no pasa nada malo en esa primera visita y te ayudará a confiar. Para muchos pacientes, el miedo disminuye enormemente después de conocer al equipo y ver que nadie les va a regañar ni hacer daño.
En resumen, el miedo al dentista puede superarse gradualmente. Comunícate, apóyate en profesionales comprensivos y piensa que todas las molestias se pueden controlar hoy en día. ¡No dejes que el temor te impida tener una boca sana! Te prometo que damos nuestro mayor esfuerzo para que salgas con una sonrisa y digas: “No fue para tanto”.
¿Qué diferencia hay entre un dentista general, un ortodoncista y un cirujano maxilofacial?
En odontología, además del dentista general que ves habitualmente, existen varios especialistas con formación adicional para problemas específicos. Las diferencias en resumen son:
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Odontólogo general (dentista): es tu dentista de cabecera, el profesional que se encarga de la atención integral básica de tu boca. Realiza las revisiones periódicas, limpiezas, empastes, trata caries y gingivitis, hace endodoncias simples, coloca reconstrucciones, etc. También tiene la función de coordinar tu cuidado dental: si necesitas un tratamiento muy específico o complejo que sale de su ámbito, te derivará al especialista adecuado, pero seguirá al tanto de tu caso.
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Ortodoncista: es un odontólogo que se ha especializado en ortodoncia, es decir, en corregir la alineación de los dientes y la mordida. Tras licenciarse en odontología (la carrera general), realiza varios años de estudio de postgrado exclusivamente en ortodoncia. Es el experto que coloca y controla los brackets u otros aparatos, planificando el movimiento de tus dientes hasta lograr que encajen correctamente. Si necesitas enderezar tus dientes o corregir una mala mordida, tu dentista general te enviará con un ortodoncista.
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Cirujano maxilofacial: es un especialista en cirugía oral y de la zona de la cara y mandíbula. Suele tratar casos que requieren intervenciones quirúrgicas más complejas que una extracción normal: por ejemplo, extracciones de muelas del juicio incluidas en el hueso, cirugía ortognática (corrección de deformidades de la mandíbula), colocación de implantes dentales complejos, extirpación de quistes o tumores en los maxilares, tratamiento de fracturas faciales por traumatismos, etc. Un cirujano maxilofacial puede formarse inicialmente como odontólogo o médico y luego especializarse vía MIR (en el caso de España) en esta rama quirúrgica. Tu dentista general te derivará a un cirujano oral o maxilofacial si necesitas alguna de estas intervenciones de alta complejidad.
En clínicas completas como Cherry Health, todos estos especialistas trabajan en equipo. Esto significa que tu dentista general puede apoyarse directamente en el ortodoncista, periodoncista, implantólogo o cirujano de la misma clínica cuando tu situación lo requiera, sin que tú tengas que buscar ayuda externa. De esta forma, te ofrecemos una atención 360º coordinada y de calidad: el especialista resuelve el problema específico y luego vuelves con tu odontólogo de confianza para continuar con tus controles habituales, compartiendo la información en todo momento. Para el paciente es muy cómodo y para nosotros es garantía de ofrecerte la mejor solución en cada etapa, respaldada por la experiencia conjunta de todo un equipo.
Como has podido ver, la labor de un odontólogo va mucho más allá de “arreglar dientes”. Somos aliados de tu salud que trabajamos en prevención, diagnóstico, tratamientos y acompañamiento constante para que disfrutes de una boca sana y una sonrisa hermosa durante toda tu vida. En lo personal, encuentro muy gratificante ver cómo un paciente pasa de la incertidumbre o el dolor, a la tranquilidad y la satisfacción tras un tratamiento exitoso. Esa confianza que depositas en mí y en mi equipo es algo que valoramos enormemente en Cherry Health, y por lo que nos esforzamos cada día.
Si tenías dudas sobre qué hace un dentista, espero habértelas resuelto con este recorrido por mi día a día profesional. No olvides que tu salud bucal es parte integral de tu salud general: cuidarla es una inversión en bienestar. Acude a tus revisiones, pregunta sin miedo, sigue los consejos de higiene… ¡y mantén tu sonrisa siempre! Aquí, desde mi experiencia, te aseguro que encontrarás en el odontólogo a un aliado dispuesto a ayudarte en cada etapa, porque tu sonrisa también es nuestra pasión.
