El contorno de ojos es la zona anatómica que rodea al globo ocular, abarcando desde la línea inferior de las cejas hasta el inicio de la mejilla. Se trata de una región extremadamente delicada, ya que la piel en esta área es hasta 10 veces más fina que en el resto del rostro y tiene menor cantidad de glándulas sebáceas y colágeno. Debido a estas características, es una zona propensa a la aparición de líneas de expresión, ojeras, bolsas, flacidez y signos tempranos de envejecimiento.

En estética y dermocosmética, el término también se refiere a los productos formulados específicamente para el cuidado de esta zona. Los llamados “contornos de ojos” son tratamientos de uso tópico diseñados para hidratar, desinflamar, reducir arrugas y mejorar la luminosidad del área periorbital.

Importancia clínica y estética del contorno ocular

Como profesionales del sector, debemos entender que esta área no solo tiene implicaciones estéticas. También puede revelar signos de fatiga, estrés, trastornos vasculares o enfermedades sistémicas. Por ejemplo, las ojeras pigmentarias pueden deberse a factores genéticos, pero también a alteraciones hepáticas o problemas circulatorios.

Desde el punto de vista estético, el contorno de ojos es uno de los primeros lugares donde el paciente percibe los efectos del envejecimiento o del estilo de vida. Es común que los pacientes consulten por:

• Ojeras: hundidas, pigmentadas, vasculares.
• Bolsas palpebrales: de origen graso o hídrico.
• Patas de gallo: líneas finas en la comisura externa del ojo.
• Flacidez y pérdida de firmeza.

Tipos de contornos de ojos según su función

Hidratantes

Indicados para pieles jóvenes o deshidratadas. Su objetivo es mantener la barrera cutánea y prevenir los primeros signos de la edad. Ingredientes comunes: ácido hialurónico, glicerina, pantenol.

Antiarrugas y reafirmantes

Formulados con principios activos como retinol, péptidos, vitamina C, coenzima Q10, entre otros. Buscan estimular la síntesis de colágeno y elastina, reduciendo la apariencia de arrugas y mejorando la firmeza del tejido.

Descongestionantes y antiojeras

Se utilizan para reducir bolsas, ojeras y signos de cansancio. Incluyen activos como cafeína, niacinamida, vitamina K, rusco o escina. Algunos actúan sobre la microcirculación, otros sobre la pigmentación o la retención de líquidos.

Iluminadores o con efecto tensor inmediato

Se usan como complemento o tratamiento exprés, sobre todo en estética avanzada o preparaciones pre-evento. Suelen incluir micropartículas reflectantes, siliconas y tensores de efecto flash.

Errores frecuentes en el uso del contorno de ojos

En consulta, es habitual detectar estos errores:

• Aplicar el producto demasiado cerca del lagrimal o la línea de pestañas.
• Utilizar productos faciales genéricos en la zona ocular, provocando irritaciones.
• Usar contornos con alta concentración de retinol sin supervisión profesional, generando descamación o dermatitis.
• No emplear protección solar en la zona periocular, lo cual agrava el fotoenvejecimiento.

Recomendaciones por grupo etario

En pacientes jóvenes (20-30 años)

Prevenir es clave. Lo ideal es comenzar con contornos hidratantes y antioxidantes, como los que contienen vitamina C o ácido hialurónico. Es el momento de inculcar el uso diario del producto y protección solar.

En adultos (30-45 años)

Aquí ya pueden aparecer signos de envejecimiento. Recomendamos introducir contornos reafirmantes, antiojeras y con péptidos. Si hay fotoenvejecimiento, se valorará incorporar retinoides de forma controlada.

A partir de los 45 años

Podemos trabajar con contornos más potentes, que contengan retinol encapsulado, ácido ferúlico, factores de crecimiento, células madre vegetales o péptidos biomiméticos. También es buena práctica combinarlos con tratamientos estéticos como radiofrecuencia, láser o mesoterapia.

Intervenciones estéticas complementarias al uso de contorno de ojos

El contorno de ojos puede acompañarse de diversos procedimientos médico-estéticos. Entre los más frecuentes se encuentran:

• Mesoterapia con ácido hialurónico no reticulado: para hidratar y mejorar la densidad dérmica.
• Carboxiterapia: mejora el flujo sanguíneo y reduce la coloración de ojeras vasculares.
• Luz pulsada intensa (IPL): en casos de ojeras pigmentarias por hipermelanosis.
• Blefaroplastia no quirúrgica con dispositivos de plasma, para casos de flacidez leve o moderada.

Aspectos legales y normativos en España

Los productos para el contorno de ojos están clasificados en España como productos cosméticos y deben cumplir con el Reglamento (CE) Nº 1223/2009 sobre productos cosméticos. Deben estar formulados, fabricados y etiquetados bajo estrictos controles de seguridad.

Cuando se asocian a activos farmacológicos o se realizan infiltraciones perioculares, entramos en el terreno de la medicina estética, por lo que solo pueden ser aplicados por personal médico autorizado, siguiendo el marco normativo de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS).

Preguntas frecuentes de los pacientes

¿Desde qué edad se puede usar el contorno de ojos?

A partir de los 20-25 años, dependiendo del tipo de piel y estilo de vida. Es ideal como medida preventiva.

¿Se puede usar contorno de ojos en párpado móvil?

Depende del producto. Algunos están formulados también para esa zona, pero muchos indican expresamente evitar el contacto directo con el párpado superior.

¿Con qué frecuencia debe aplicarse?

Lo ideal es dos veces al día, mañana y noche, sobre la piel limpia y antes de la crema facial.

¿Cuánto tiempo tarda en notarse el efecto?

En general, los efectos hidratantes son inmediatos, pero los efectos antiarrugas o despigmentantes pueden tardar entre 4 y 8 semanas con uso constante.

El contorno de ojos es mucho más que una crema cosmética: es un paso esencial en la prevención y tratamiento de los signos de envejecimiento ocular. Para los profesionales de la estética, comprender su función, activos, formulaciones y contexto legal es clave para asesorar con criterio, fidelizar al paciente y optimizar resultados.

Recuerda que una buena rutina para el contorno ocular puede prevenir desde líneas finas hasta complicaciones mayores como la hiperpigmentación o la flacidez marcada. Y, por supuesto, combinada con una valoración clínica adecuada, será siempre más efectiva y segura.