Hiperhidrosis

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Hiperhidrosis

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Ismael Cerezo

La hiperhidrosis es una condición médica caracterizada por una producción excesiva de sudor que va más allá de lo necesario para regular la temperatura corporal. Afecta principalmente a zonas localizadas como las axilas, palmas de las manos, plantas de los pies o rostro, aunque también puede manifestarse de forma generalizada.

Desde el punto de vista clínico, se clasifica en dos grandes grupos:

Hiperhidrosis primaria: de origen idiopático (sin causa aparente clara), con un patrón hereditario frecuente y aparición en la infancia o adolescencia.

Hiperhidrosis secundaria: causada por otras enfermedades o condiciones subyacentes como hipertiroidismo, diabetes, menopausia o efectos secundarios de ciertos medicamentos.

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Prevalencia y repercusión

Se estima que entre el 1% y el 3% de la población mundial sufre hiperhidrosis, aunque muchas personas no buscan tratamiento por vergüenza o desconocimiento. Más allá del componente físico, esta condición tiene un fuerte impacto psicológico, social y laboral, pudiendo afectar la autoestima, la vida sexual, la elección de la ropa o incluso limitar el desempeño profesional.

¿Por qué se produce?

En la hiperhidrosis primaria, el problema radica en una sobreactivación del sistema nervioso simpático, que estimula de forma anómala las glándulas sudoríparas ecrinas. En la secundaria, puede estar asociada a procesos hormonales, infecciones, tumores o alteraciones metabólicas.

Factores agravantes

Existen factores que, sin ser la causa directa, pueden empeorar el cuadro de hiperhidrosis:

  • Estrés y ansiedad
  • Temperaturas elevadas
  • Comidas picantes o alcohol
  • Ropa sintética o ajustada

Diagnóstico clínico

El diagnóstico se basa fundamentalmente en la historia clínica del paciente y en la exploración física. Existen algunos criterios orientativos para confirmar la hiperhidrosis primaria:

  • Duración superior a seis meses
  • Inicio antes de los 25 años
  • Afectación bilateral y simétrica
  • Interferencia con la vida cotidiana
  • Ausencia de sudoración nocturna

Para descartar causas secundarias, pueden solicitarse análisis de sangre, hormonales o pruebas de imagen si el médico lo considera necesario.

Test de Minor

En casos más avanzados, se puede realizar un test de almidón-yodo o prueba de Minor, que permite visualizar de forma precisa las áreas afectadas por sudoración mediante un tinte reactivo.

Tratamientos médicos y estéticos

Afortunadamente, hoy en día existen soluciones eficaces para controlar la hiperhidrosis. Como profesional estético con más de 20 años de experiencia, puedo asegurar que cada paciente requiere un enfoque individualizado según la zona afectada, la intensidad del sudor y su estilo de vida. A continuación, detallo los tratamientos más utilizados:

Toxina botulínica (Botox®)

Es el tratamiento estrella para la hiperhidrosis axilar, palmar y plantar. La toxina botulínica tipo A actúa bloqueando la señal nerviosa que estimula las glándulas sudoríparas, reduciendo así la producción de sudor.

El procedimiento es ambulatorio, prácticamente indoloro y los resultados comienzan a notarse a los pocos días, con una duración de entre 6 y 9 meses. En muchos casos, la mejora es del 90% o más.

En España, está aprobado por la AEMPS para el tratamiento de la hiperhidrosis axilar severa primaria, y cada vez más clínicas lo aplican también en otras zonas, como la frente o la nuca.

Iontoforesis

Técnica indicada sobre todo para manos y pies. Consiste en sumergir la zona en agua mientras se aplica una corriente eléctrica de baja intensidad. Esto inhibe temporalmente la actividad de las glándulas sudoríparas.

Requiere sesiones frecuentes al principio (3-4 semanales) y luego un mantenimiento periódico. Es una opción segura y económica, aunque menos práctica para zonas como las axilas o el rostro.

Láser o microondas

Los equipos como miraDry® utilizan energía de microondas para eliminar selectivamente las glándulas sudoríparas de las axilas. Es un procedimiento más costoso, pero ofrece resultados duraderos e incluso permanentes.

También existen láseres subdérmicos que destruyen las glándulas por coagulación térmica. Se requiere anestesia local y cuidados postoperatorios.

Medicación oral (anticolinérgicos)

En casos de hiperhidrosis generalizada o cuando no es posible aplicar tratamientos tópicos o localizados, pueden utilizarse fármacos anticolinérgicos como el glicopirrolato o la oxibutinina. Suprimen la actividad del sistema nervioso simpático, pero sus efectos secundarios (sequedad bucal, visión borrosa, taquicardia) limitan su uso a corto plazo.

Simpatectomía torácica endoscópica (ETS)

Intervención quirúrgica reservada para casos severos y refractarios. Consiste en cortar o bloquear los nervios simpáticos responsables de la sudoración. Aunque puede ofrecer una solución definitiva, no está exenta de riesgos, siendo el más común el efecto secundario de sudoración compensatoria en otras partes del cuerpo.

Tratamientos complementarios y consejos de autocuidado

Además de los tratamientos médicos, es importante implementar cambios en la rutina diaria para reducir las molestias:

  • Usar ropa transpirable de algodón o lino
  • Aplicar antitranspirantes de alta eficacia con cloruro de aluminio
  • Evitar alimentos que desencadenen el sudor (café, picantes, alcohol)
  • Reducir el estrés mediante técnicas de relajación
  • Valorar la depilación láser en axilas para mejorar la higiene

Hiperhidrosis en estética médica: mi experiencia personal

A lo largo de mi trayectoria en medicina estética, he tratado numerosos pacientes con hiperhidrosis que acudían desesperados tras años de frustración. La mayoría desconocía que existían opciones efectivas y seguras más allá de los desodorantes convencionales.

Uno de los casos que más recuerdo es el de un joven abogado que evitaba dar la mano en reuniones por sus palmas empapadas. Tras dos sesiones de toxina botulínica en clínica, su vida cambió radicalmente. No solo recuperó la confianza, sino que comenzó a usar camisas claras por primera vez en años.

¿Cuándo acudir a un profesional?

Si sientes que el sudor te condiciona en tu día a día, te impide relacionarte o incluso afecta tu trabajo, no esperes más. La hiperhidrosis tiene solución y el primer paso es acudir a una clínica con experiencia en medicina estética o dermatología para una evaluación adecuada.

Preguntas frecuentes sobre hiperhidrosis

¿La toxina botulínica para la hiperhidrosis duele?

Se puede sentir una ligera molestia o escozor en el momento de la inyección, pero es un procedimiento rápido y bien tolerado. En palmas y plantas solemos usar anestesia tópica o frío local.

¿Es permanente el tratamiento con láser o microondas?

En muchos casos sí. Al eliminar físicamente las glándulas sudoríparas, los resultados pueden mantenerse durante años, aunque no se garantiza al 100% que no haya recidiva parcial.

¿La hiperhidrosis se cura?

La causa de la hiperhidrosis primaria no tiene una cura definitiva, pero sí existen tratamientos que permiten controlarla de forma efectiva y segura, mejorando significativamente la calidad de vida.

La hiperhidrosis ya no tiene por qué ser un problema sin solución. La medicina estética moderna ofrece recursos eficaces, rápidos y seguros para quienes desean vivir sin sudor excesivo y recuperar la libertad de moverse, expresarse y relacionarse sin limitaciones.

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