El plasma rico en plaquetas, conocido por sus siglas PRP, es un producto biológico obtenido a partir de la sangre del propio paciente, que se caracteriza por tener una concentración elevada de plaquetas en un pequeño volumen de plasma. Este concentrado plaquetario se utiliza en múltiples aplicaciones médicas y estéticas gracias a su alto contenido en factores de crecimiento, que estimulan la regeneración de tejidos.
El PRP se engloba dentro de las terapias regenerativas autólogas, ya que se obtiene del propio individuo, lo que reduce al mínimo el riesgo de rechazo o reacciones adversas. Su uso es común tanto en medicina estética como en traumatología, odontología, dermatología y ginecología regenerativa.
Variantes del PRP
Existen distintos tipos de plasma rico en plaquetas en función de la técnica de centrifugación empleada y la presencia o no de leucocitos:
- PRP puro (P-PRP): sin leucocitos, con bajo contenido celular.
- PRP leucocitario (L-PRP): incluye leucocitos, lo que le confiere propiedades inmunomoduladoras.
- Plasma rico en fibrina (PRF): forma una matriz de fibrina que permite la liberación sostenida de factores de crecimiento.
Aplicaciones del plasma rico en plaquetas
Uso en medicina estética
En estética, el PRP se utiliza para mejorar la calidad de la piel, reducir arrugas finas, tratar la flacidez facial, el envejecimiento cutáneo, e incluso para favorecer el crecimiento del cabello en casos de alopecia. Gracias a los factores de crecimiento liberados por las plaquetas, se estimula la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico endógeno.
¿Listo/a para abrir tu clínica?
Te acompañamos en cada paso.
Queremos conocer tu proyecto y ayudarte a hacerlo realidad.
Entre sus aplicaciones más comunes destacan:
- Rejuvenecimiento facial (“lifting líquido” sin cirugía)
- Rejuvenecimiento del cuello, escote y manos
- Tratamiento de cicatrices de acné o postquirúrgicas
- Alopecia androgénica y difusa en hombres y mujeres
Uso en otras disciplinas médicas
Además de la estética, el PRP tiene gran utilidad en:
- Traumatología: lesiones tendinosas, esguinces, artrosis.
- Odontología: regeneración ósea en implantes dentales, postextracciones.
- Ginecología: regeneración del suelo pélvico, sequedad vaginal, rejuvenecimiento genital.
- Dermatología: cicatrices, quemaduras, úlceras crónicas.
¿Cómo se realiza un tratamiento con PRP?
Extracción y preparación
El procedimiento comienza con una extracción de sangre venosa al paciente, similar a una analítica convencional. Posteriormente, esa muestra se introduce en un centrífuga médica que separa los distintos componentes de la sangre mediante velocidad y tiempo controlados.
El plasma rico en plaquetas se obtiene en la parte superior del tubo, se extrae cuidadosamente, y en ocasiones se activa con cloruro cálcico o trombina para potenciar la liberación de factores de crecimiento.
Aplicación
El PRP se aplica mediante microinyecciones intradérmicas o subdérmicas en la zona a tratar. En estética facial, se realiza mediante técnica mesoterápica o microneedling. El procedimiento es ambulatorio, mínimamente invasivo y no requiere anestesia general (en algunos casos se utiliza crema anestésica tópica).
Beneficios y resultados del PRP
Entre los beneficios más destacados del PRP están:
- Estimulación de la regeneración celular sin necesidad de productos sintéticos.
- Seguridad: al tratarse de un producto autólogo, no hay riesgo de alergias.
- Mejora visible de la textura, firmeza y luminosidad de la piel.
- Reducción de arrugas finas y aumento de la hidratación natural.
- Fortalecimiento de folículos pilosos y detención de la caída del cabello en etapas iniciales.
Los efectos comienzan a notarse entre 15 y 30 días después del tratamiento, con resultados acumulativos. Se suelen recomendar de 2 a 3 sesiones anuales, aunque el protocolo puede variar según el objetivo terapéutico.
Aspectos legales y sanitarios en España
¿Quién puede aplicar PRP en España?
En el ámbito legal español, el uso del PRP está regulado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Solo pueden realizar estos tratamientos los profesionales sanitarios debidamente colegiados (médicos, odontólogos o cirujanos maxilofaciales), y siempre bajo condiciones estériles y autorizadas.
Los centros que aplican PRP deben cumplir con los requisitos de un centro sanitario autorizado. Además, la obtención y manipulación del plasma debe realizarse con kits cerrados y homologados, que garanticen la trazabilidad y bioseguridad del procedimiento.
Clasificación como medicamento de uso humano
Según la AEMPS, el PRP se considera un medicamento de uso humano de fabricación no industrial, por lo que debe prepararse para cada paciente en condiciones individualizadas y no puede ser comercializado ni almacenado en masa.
Dudas frecuentes sobre el plasma rico en plaquetas
¿Duele el tratamiento?
No suele ser doloroso. Se puede notar una ligera molestia en el momento de la infiltración, pero se minimiza con el uso de anestésico tópico. El procedimiento es bien tolerado.
¿Cuánto dura una sesión?
Entre 30 y 45 minutos, incluyendo la extracción de sangre, la preparación del PRP y la aplicación.
¿Es compatible con otros tratamientos?
Sí. El PRP se puede combinar con ácido hialurónico, vitaminas, láser o radiofrecuencia para potenciar sus efectos, siempre que sea evaluado por un profesional.
¿Se puede hacer en verano?
Sí, aunque se recomienda proteger la piel del sol con fotoprotectores de amplio espectro tras el tratamiento. No es fotosensibilizante por sí mismo.
Contraindicaciones y efectos secundarios
El PRP es un tratamiento seguro, pero no está indicado en ciertos casos:
- Pacientes con trastornos hematológicos o plaquetarios.
- Enfermedades autoinmunes no controladas.
- Embarazo o lactancia.
- Infecciones activas en la zona a tratar.
Los efectos secundarios más frecuentes son leves y transitorios: hematomas, enrojecimiento o inflamación en la zona de aplicación, que desaparecen en pocos días.
Importancia del PRP en la medicina regenerativa
El PRP ha revolucionado el enfoque de numerosos tratamientos regenerativos. Su capacidad para acelerar la cicatrización, reparar tejidos dañados y promover una regeneración natural ha hecho que se considere una herramienta esencial en la medicina moderna.
En estética, el hecho de poder mejorar el aspecto de la piel sin recurrir a rellenos ni cirugía lo convierte en una opción demandada por pacientes que buscan tratamientos naturales, eficaces y seguros.
Desde mi experiencia en el sector, el plasma rico en plaquetas ofrece resultados muy notables, especialmente cuando se aplica de forma protocolizada y personalizada. Es una técnica en constante evolución, respaldada por numerosos estudios científicos, que cada vez más clínicas incorporan como pilar de sus tratamientos de medicina estética regenerativa.
Eso sí, es fundamental acudir siempre a centros sanitarios autorizados, con profesionales cualificados y protocolos estrictos de calidad e higiene. El éxito del PRP depende en gran medida de la calidad del equipo utilizado y de la experiencia del especialista que lo aplica.