El diente retenido es aquel que, habiendo completado su desarrollo radicular, no ha erupcionado en la cavidad oral dentro del tiempo fisiológicamente esperado. Esta condición puede deberse a la falta de espacio, a obstáculos anatómicos, a alteraciones en la posición dentaria o a factores genéticos y funcionales. La retención puede afectar tanto a dientes temporales como permanentes, aunque es más frecuente en estos últimos, especialmente en terceros molares, caninos superiores y segundos premolares.
En odontología moderna, el estudio del diente retenido es de gran importancia clínica, ya que su presencia puede generar complicaciones locales como reabsorción radicular de piezas adyacentes, quistes dentígeros, infecciones recurrentes, alteraciones en la oclusión y problemas estéticos. Su diagnóstico y tratamiento requieren un enfoque integral que combine exploración clínica, estudios radiográficos e intervención quirúrgica u ortodóncica cuando está indicado.
Componentes y características principales
Clasificación según grado de erupción
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Diente incluido: permanece completamente dentro del hueso alveolar, sin comunicación con la cavidad oral.
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Diente semiincluido: presenta erupción parcial, con parte de su corona expuesta en la cavidad oral y otra parte aún cubierta por hueso o encía.
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Diente impactado: cuando existe un obstáculo físico que impide su erupción, como falta de espacio o interferencia por otra pieza dentaria.
Clasificación según la localización
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Terceros molares inferiores: son los más frecuentemente retenidos debido a la falta de espacio en el arco mandibular.
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Caninos superiores: ocupan el segundo lugar en prevalencia de retención, muchas veces por alteraciones en su trayectoria eruptiva.
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Premolares y segundos molares: presentan retención en menor proporción, pero pueden ocasionar complicaciones significativas.
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Incisivos y caninos inferiores: son menos frecuentes, generalmente asociados a agenesias o malformaciones.
Características clínicas y radiográficas
Los dientes retenidos pueden permanecer asintomáticos durante años o manifestarse con dolor, inflamación gingival recurrente, infecciones pericoronarias o malposición dentaria. Radiográficamente, se observan dentro del hueso alveolar con diversas inclinaciones (vertical, horizontal, mesioangular, distoangular), lo que condiciona la dificultad quirúrgica de su extracción.
Principios biológicos y científicos fundamentales
Mecanismos de erupción dentaria
La erupción es un proceso complejo que depende de la proliferación celular del folículo dentario, la remodelación ósea, las fuerzas eruptivas generadas por el ligamento periodontal y la interacción con tejidos circundantes. Alteraciones en cualquiera de estos mecanismos pueden dar lugar a la retención dentaria.
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Factores etiológicos
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Falta de espacio: consecuencia de discrepancia entre el tamaño de los dientes y la longitud del arco dental.
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Obstáculos anatómicos: dientes supernumerarios, odontomas, quistes o tumores que bloquean la erupción.
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Posición anómala: desviaciones en la angulación o trayectoria del germen dentario.
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Factores genéticos y hereditarios: predisposición a retención de determinados dientes, especialmente caninos.
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Factores locales: pérdida prematura de dientes temporales, anquilosis de piezas, cicatrices o traumatismos en el área.
Consecuencias biológicas
El diente retenido puede inducir reabsorción radicular externa en dientes vecinos, alterar el patrón de erupción normal y desencadenar procesos inflamatorios crónicos en los tejidos blandos. En ocasiones, se asocia al desarrollo de quistes dentígeros, tumores odontogénicos y dolor orofacial crónico.
Procedimientos clínicos asociados
Diagnóstico
Se fundamenta en la combinación de exploración clínica y estudios radiográficos. La ortopantomografía es la técnica más utilizada para localizar dientes retenidos. La tomografía computarizada de haz cónico (CBCT) aporta información tridimensional precisa sobre posición, relación con estructuras anatómicas (conducto dentario inferior, seno maxilar, cavidad nasal) y posibles reabsorciones.
Manejo terapéutico
El tratamiento depende de la edad del paciente, el tipo de diente retenido, su posición y las complicaciones asociadas.
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Conducta expectante
En algunos casos, cuando no existen síntomas ni riesgos de complicaciones, se opta por un seguimiento periódico mediante controles clínicos y radiográficos. -
Exodoncia quirúrgica
Es el tratamiento más frecuente en terceros molares retenidos. La técnica implica la elevación de colgajo mucoperióstico, osteotomía parcial y extracción del diente bajo anestesia local. En casos complejos, puede requerirse sedación o anestesia general. -
Exposición quirúrgica y tracción ortodóncica
En dientes con valor funcional y estético, como los caninos superiores, se prefiere la exposición quirúrgica seguida de tracción ortodóncica para guiar el diente hacia su posición en arcada. Esta técnica preserva el diente y mantiene la armonía oclusal. -
Tratamiento combinado
En algunos casos se combinan técnicas quirúrgicas, ortodóncicas y protésicas para restablecer la función y la estética.
Complicaciones postoperatorias
Incluyen dolor, inflamación, infección alveolar, trismus, lesiones nerviosas (particularmente en relación con el nervio dentario inferior en terceros molares), y complicaciones sinusales en dientes maxilares. La adecuada planificación quirúrgica y el uso de técnicas mínimamente invasivas reducen estos riesgos.
Avances e innovaciones actuales
Imagenología avanzada
La tomografía de haz cónico (CBCT) ha revolucionado el diagnóstico de dientes retenidos, al proporcionar imágenes tridimensionales de alta resolución que permiten planificar con precisión las cirugías y minimizar riesgos.
Cirugía mínimamente invasiva
El uso de técnicas piezoeléctricas y láser de erbio ha mejorado la seguridad y la precisión en la extracción de dientes retenidos, reduciendo el trauma quirúrgico, el sangrado y el tiempo de recuperación.
Ortodoncia digital
La planificación del movimiento dentario asistida por software y alineadores transparentes ha mejorado el pronóstico de los dientes retenidos susceptibles de tracción. La integración con modelos 3D permite simulaciones más precisas.
Terapias regenerativas
En cirugías de extracción, el uso de injertos óseos y biomateriales bioactivos favorece la regeneración alveolar, preservando el volumen óseo para futuras rehabilitaciones protésicas o implantológicas.
Inteligencia artificial
Algoritmos de IA se están aplicando en la detección automática de dientes retenidos en radiografías digitales, facilitando el diagnóstico precoz y reduciendo la variabilidad entre observadores.
El diente retenido constituye una condición frecuente y de gran relevancia en odontología, cuya etiología multifactorial abarca desde factores anatómicos hasta genéticos y funcionales. Su diagnóstico temprano y correcto manejo clínico son esenciales para prevenir complicaciones y preservar la función y la estética dentaria.
El tratamiento actual combina técnicas quirúrgicas, ortodóncicas y restauradoras, con un enfoque cada vez más conservador y mínimamente invasivo. Los avances en imagenología, cirugía piezoeléctrica, ortodoncia digital y biomateriales han mejorado notablemente el pronóstico de los dientes retenidos y reducido las complicaciones.
En síntesis, el estudio y manejo del diente retenido reflejan la necesidad de una odontología interdisciplinaria y basada en evidencia, que integre ciencia biológica, tecnología y planificación clínica para lograr resultados funcionales, estéticos y predecibles.